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Desde Go&Win nos encanta la idea que nos trae desde Turquía una madre y su hija de 3 años. De todos es conocido que una vez que llegan las vacaciones los niños corretean por casa y no es fácil divertirles como antes. Sin embargo, esa manera de relacionarse entre padres e hijos está cambiando en los nuevos tiempos tecnológicos. Y es que Internet y las redes sociales ha cambiado también la manera en la que pasar los momentos de ocio modificando las costumbres tradicionales, lo cual requiere que los propios padres se adapten y busquen nuevas alternativas acordes a la realidad.

Los vestidos imaginarios de verduras

En la actualidad, las nuevas generaciones prácticamente nacen con dispositivos móviles en la mano, en lugar de con un pan bajo el brazo o un biberón, algo que no tiene connotación negativa si se aprovecha de la forma correcta. Un claro ejemplo es el que queremos plasmaros de esta artista de Antalya (Turquía), quien descubrió al azar una forma divertida de pasar el rato con su hija utilizando su smartphone y las redes sociales con creatividad.

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Jugando con la cámara y las perspectivas de su móvil, a Alya Chalgar le vino la idea de divertirse “vistiendo virtualmente” a su hija Stefani con verduras, frutas o flores. Podría parecer chocante pero viendo las fotos seguro que se te escapará una sonrisa. Sólo requiere de un móvil, que seguramente no esté a más de un metro de ti mientras lees este artículo y un parque al lado o frigorífico con algo de verdura. Después sólo contando con su pericia y arte colocando frutas, vegetales y hojas en primer plano de modo que coincidan y parezca que forman un vestido, las fue colgando en su cuenta de Instagram @seasunstefani y empezó a crecer como la espuma.

Una inspiración digna de cualquier pasarela de moda y prêt-à-porter, en la que madre e hija se divierten por igual elaborando trajes con las estaciones y estados de ánimo. Con una simple rama, Stefani se convierte en una bailarina de ballet, con un manojo de perejil viviendo las aventuras de la princesa verdura y con una rosa blanca llevándonos a los locos años veinte.

Lo curioso es que lo que empezó como un juego les ha traído el éxito en Instagram, con una repercusión que ha traspasado fronteras de medio mundo, siguiéndoles más de 50 mil personas e, incluso, algunos comenzaron a imitar lo que hacen. Ya no solo pasan un buen rato madre e hija, sino que también disfrutan con la gente.

Fuente: Golem13